martes, 4 de octubre de 2011

El!

¿Alguna vez habéis querido tanto como para no poder dejar de llorar?¿Habéis sentido esa chispa de adrenalina, un vuelco completo al corazón?¿Habéis tenido la necesidad imperiosa de salir corriendo sin importar donde ni por cuánto tiempo? ¿Alguna vez habéis querido tanto a alguien como para que os duela? Es una sensación que empieza en la garganta, y continúa en el estómago, como si no te llegara el aire, como si por mucho que lucharas contra ello siempre acabara ganando. y te quedas sin fuerzas, perdida en un mundo diferente a como lo veías antes, mucho más complejo. Sí, somos muy jóvenes para un millón de cosas... pero uno no decide cuándo se enamora, ni de quién... 

No hay comentarios:

Publicar un comentario